Ejercicios
RESPIRACIÓN |
A la hora de la interpretación musical, la inspiración debe
de realizarse por la boca, separando el instrumento levemente y tomando el aire
por los lados de la boca pero sin abrirla exageradamente. Se tratará de una
inspiración diafragmática en la que el aire es enviado a la parte baja
de los pulmones y éstos al expandirse empujan al diafragma hacia abajo. Como ya
hemos dicho, este tipo de respiración elimina tensiones en la zona del cuello y
hombros, además de permitir una mejor proyección del aire. Es conveniente no
inspirar demasiado a menudo cuando tocamos, ya que acumularíamos un exceso de
aire en los pulmones, produciendo una sensación de sofoco. De forma contraria,
si tomamos aire muy a lo largo necesitaremos un tiempo extra para respirar y
recuperar el aliento, siendo necesario a veces tener incluso que parar de
tocar.
Como complemento a la explicación del apartado anterior sobre el funcionamiento del aparato respiratorio, vamos a incidir en algunos ejercicios prácticos para reconocer si estamos realizando correctamente la respiración y desarrollarla al máximo:
1. Inspirar (8 tiempos), retener el aire (8 tiempos),
espirar (8 tiempos) Repetir todo el ejercicio 8 veces.
2. Inspirar (8 tiempos), espirar (1 tiempo), permanecer sin
aire (8 tiempos) Repetir todo el ejercicio 8 veces.
3. Inspirar (1 tiempo), retener el aire (8 tiempos), espirar
(8 tiempos) Repetir todo el ejercicio 8 veces.
En los tres ejercicios anteriores, aumentar progresivamente
el número de tiempos, contando siempre lentamente.
4. Inspirar al máximo de la capacidad. Después añadir
pequeñas inspiraciones hasta que no entre más aire.
5. Sentarse en una silla con las rodillas juntas, doblar la
parte superior del tronco y la cabeza tan bajo como sea posible e inspirar al
máximo. Repetir esta operación varias veces. Este ejercicio desarrolla la
región intercostal. Podemos colocar los brazos entre las piernas para que la
caja torácica no se abra y el aire entre directamente a la parte baja de los
pulmones.
6. Soplar grandes cantidades de aire a través del
instrumento sin que éste suene (se puede quitar la boquilla). Repetir 6 u 8
veces (suspender el ejercicio si sentimos mareos).
7. Coger una inspiración profunda. Realizar espiraciones a
golpes secos y rítmicos, poniendo el dedo a la altura del diafragma para sentir
los impulsos.
8. Realizar una profunda inspiración Baja. Mantener, con el
aire que expiramos, una cuartilla de papel contra la pared el mayor número de
tiempos posible. Aumentar progresivamente el número de tiempos (puede emplearse
el metrónomo).
9. Colocar un lapicero sobre la mesa e intentar hacerlo
rodar, cada vez a una distancia mayor, con el impulso de la espiración.
10.De pie, con el tronco doblado unos 90 grados, inspirar.
Incorporarse y espirar de golpe, ayudándose de un movimiento repentino hacia
abajo de brazos y codos, aplastándose sobre uno mismo para lograr un apoyo
adicional del diafragma sobre los pulmones (empuje vertical)
11.Reproduzcamos la respiración rápida y entrecortada de un
perro tras una larga carrera. Al realizar este ejercicio, concentremos nuestra
atención en el movimiento del diafragma.
12.De pie y en posición inclinada, apoyado a la altura del
diafragma sobre el canto de una mesa. Inspirar profundamente y expulsar el aire
repentinamente. Sentir el apoyo del diafragma.
Respiración Circular
Por último, hablaremos de un tipo especial de respiración
que puede ofrecer un recurso más para el intérprete, aunque su empleo es muy
poco usual: la respiración circular.
La respiración circular o continua consiste en respirar y
tocar al mismo tiempo, lo que nos permite mantener el sonido indefinidamente.
En esta técnica espiramos por la boca al tocar el instrumento y simultáneamente
inspiramos por la nariz.
Comencemos tocando una nota de registro medio, manteniéndola
durante largo tiempo.
En un momento dado, cuando vayamos a necesitar aire,
abandonaremos la tensión de nuestros músculos faciales hinchando las mejillas
pero sin que se corte el sonido. En el momento en que nuestros carrillos se
encuentran llenos de aire, cortaremos el paso del aire cerrando la garganta,
mientras simultáneamente oprimimos las mejillas con los músculos de la cara
para que siempre exista una corriente ininterrumpida de aire que haga vibrar
los labios.
Mientras los carrillos se están desinflando por la acción de
los músculos faciales, realizaremos una rápida inspiración nasal. Por último
recuperamos la posición habitual de nuestra cara sin dejar de tocar.
Hay que practicarlo hasta lograr una continuidad en la
salida del aire y que el sonido no varíe. Posteriormente realizaremos esta
respiración mientras tocamos diferentes sucesiones de notas o fragmentos
musicales.
http://www.csmcordoba.com/revista-musicalia/musicalia-numero-1/187
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